ANIVERSARIOS 

Sacaba: 258 años de historia y progreso 

Municipio. Sacaba es la capital de la provincia Chapare y tiene una extensión de 738 km2 | ARCHIVO 

El 29 de junio de 1761, en el día de San Pedro y San Pablo, el comisionado de la Real Audiencia de Charcas, capitán José Nicolás Maldonado Sotomayor, fundó la ciudad de “Villa de San Pedro de Sacaba” en los valles centrales de Cochabamba.

Los orígenes de esta próspera ciudad colonial, que dio origen al hoy municipio de San Pedro de Sacaba, se asientan sobre la importancia que tuvo toda esta región ya desde el dominio de los aymaras y quechuas, por tratarse de una zona de tránsito hacia y desde el oriente.

Es así que, por el año 1210, durante el dominio de los incas, el inca Kapaj Yupanki fundó el pueblo de Sacaba, y a inicios de la colonia, en 1560, el español Diego Alemán creó en el lugar el Tambo de Kjuru Pamba (hoy Curubamba) como asiento de expediciones, de descanso y para proteger a los viajeros de los ataques de las tribus Chuis y Poconas, que en ese entonces hostigaban a los aventureros del Virreinato de Lima que se trasladaban hacia el oriente en busca del oro del Gran Paititi.

A partir de 1900, la ciudad sacabeña cobró relevancia, se establecieron las primeras entidades públicas (Palacio Consistorial) y el mercado central, y se consolidó como productor agrícola. Entre 1953 y 1964, fue centro de la actividad sindical campesina, del movimiento “Morro”, deshabilitado por el pacto militar-campesino en 1964).

Apoyado en sus tres principales potencialidades: productiva, turística y gastronómica, el municipio de Sacaba ha tomado en la última década, después de varios años de rezago, un impulso imparable en su desarrollo económico y humano. Se ha consolidado como el segundo municipio más importante de Cochabamba y con un acelerado crecimiento poblacional, después de la capital.

La biodiversidad de sus más de 738 kilómetros cuadrados de territorio —que abarca puna, valles y cabecera de llanos— le ha permitido desarrollar una gran variedad de cultivos en cada uno de sus pisos ecológicos, siendo los principales la papa, el maíz y haba. Y derivada de esta riqueza, una diversa gastronomía.

“Sacaba siempre ha sido una zona productora de papa, es el cultivo tradicional que ocupa mayor extensión. Palca y Aguirre proveen de papa a mercados de Santa Cruz y de otros departamentos del país, además se cubre la demanda local”, señaló el encargado de Desarrollo Agrícola del municipio, José Bernardo Trujillo.

Sacaba también es productora de haba, cultivo rotativo de la papa, y de maíz. Son los tres cultivos tradicionales más importantes del municipio, a los que se suman los de oca, hortalizas (cebolla y lechuga) y otros. “Por efecto del minifundio, los productores están abandonando la papa, porque ya no pueden vivir de ella. Ante ello, como municipio, se están llevando adelante políticas para introducir cultivos nuevos. Es el caso del tumbo, que antes se podía encontrar en los jardines de las casas y ahora se está cultivando para la venta”, resaltó Trujillo.

Otro cultivo alternativo que se está promoviendo es el de frutilla con variedades mejoradas, a la par de la frutilla nativa. También está la producción de flores. Todos estos cultivos están orientados sobre todo a dar opciones a las mujeres. Se está recuperando la vocación frutícola, con la reincorporación de plantaciones de manzana y durazno tempranero, este último para el secado y comercializarlo como moconchinchi.

En las zonas urbanas, que están en plena expansión, se están promoviendo los huertos familiares, el cultivo de hortalizas para diversificar el consumo propio de las familias y la venta de sus excedentes como alimentos ecológicos, con las certificaciones debidas.

Turismo

Los diversos paisajes de Sacaba, hoy convertidos en atractivos turísticos para quienes buscan contactarse con la naturaleza, las comunidades o realizar actividades de aventura, se han constituido en otro de pilar de su desarrollo, complementados por su patrimonio histórico y arquitectónico, la diversidad de sus expresiones culturales y costumbres.

“En estos últimos años, el turismo se ha incrementado gracias a una fuerte promoción de todos nuestros sitios. Hoy, la laguna de San Isidro es muy visitada y elegida para la toma de fotografías matrimoniales”, destacó Dora Claros, de la Secretaría Municipal de la Madre Tierra, Desarrollo Integral y Productivo.

La Pajcha, ubicada en Molino Blanco, es otra zona importante de turismo ecológico por su amplia diversidad en fauna y flora, y de aventura. El sector de Piusilla, que se presta para el turismo comunitario y de aventura, hace poco inauguró un museo sobre la vida de las comunidades en el pasado.

Su gran cantidad de lagunas ubicadas en la puna, cada una rodeada de paisajes asombrosos, se prestan para la pesca.

En el marco de la celebración de sus 258 años, el jueves pasado se inauguró la segunda fase del Parque Prehistórico, dedicado a la recreación de la era del hielo, y que será completado con una tercera fase: un planetario, que se empezará a construir este año.

Como parte de sus atractivos turísticos, sin duda está su gastronomía, en la que destacan el tradicional chicharrón y los platos en base a carne de pato, conejo y la trucha.

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Cultivo hidropónico de lechugas.

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DESARROLLO HUMANO

Salud y educación dos prioridades

En salud, es el único municipio que está invirtiendo el 63 por ciento de sus recursos. El pasado año, inauguró el hospital Salomón Klein, de segundo nivel pero con proyección a ser de tercer, y el hospital México, con su primer y segundo nivel. Todos los distritos del municipio —los seis urbanos y seis rurales— cuentan con un centro de salud.

En educación, cuenta con varias nuevas infraestructuras. Esta semana inauguró el Instituto Tecnológico Superior Berto Nicoli.

FUENTE: LOS TIEMPOS,  27 de junio 2019